INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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28/9/02

La guerra que viene



Gran Jefe querer guerra. Mr.B. le ha tomado el gusto a eso de bombardear países pobres, y como Afganistán le ha sabido a poco... Lo de Afganistán es que era hasta aburrido, pues en cuatro días lo dejaron hecho un solar y ya no sabían donde dejar caer las bombas y las tiraban sobre los almacenes de la Cruz Roja o sobre los locales de la ONU, que era lo único que quedaba en pie; o sobre bodas, no hay que fiarse nunca. Por eso Gran Jefe continúa con el rostro pintado y sin envainar la espada. Y por eso ahora quiere dirigir su campaña contra Irak y machacar lo que quedó de la guerra pasada. Aunque el Moro, sin embargo, ha dicho que sí, que bueno, que vale, que pueden ir los inspectores a registrarlo todo, excepto sus ocho palacios presidenciales de las mil y una noches, donde atesora sus riquezas privadas (mientras el bloqueo cruel lleva diez años matando al pueblo de hambre) y desde donde ejerce el caudillismo mesiánico y acapara la adhesión ignorante y fanática de los suyos. Pero Gran Jefe cree que las condiciones sólo las pone él, que el Moro debe arrodillarse sin rechistar y tirar las armas al suelo y salir con los brazos en alto (cosa que a un caudillo le es imposible hacer, pues perdería su condición). Pero, es más, el Moro no sólo no se humilla y se rinde, sino que de vez en cuando se pone flamenco y tiene la osadía de mentarle la madre de las batallas y la madre de las guerras y la madre que lo parió, y, claro, Gran Jefe se cabrea y toma unas bascas de aúpa. Además es que le tiene ganas, porque la ojeriza al Moro le viene de familia (guerrero el padre, guerrero el hijo y guerrero el Powell de su cobijo), así como el instinto justiciero, que ya practicaba antes firmando pasaportes al otro barrio a los hispanos del corredor de la muerte.
De forma que a Mr.B., últimamente, le exasperan los trámites burocráticos y las resoluciones pacíficas de las Naciones Unidas y las conversaciones y los acuerdos y tanta moratoria y tanto plazo y tanta buena voluntad por evitar la guerra. Gran Jefe lo que quiere es atacar pronto. Quiere enviar sus legiones y sus B-52, que por donde sobrevuelan no crece después la hierba, y sus misiles tomahawk, que huelen el blanco a cientos de kilómetros, y quitarse de encima toda esa basura radiactiva del uranio empobrecido de los residuos de sus centrales nucleares, pues no pensarán esos moros que les van a tirar bombas de calidad, respetuosas con el medio ambiente, para que tengan los pobres una muerte como Alá manda, de eso nada, apañados van con recibir uranio empobrecido y que se mueran poco a poco de cáncer o de leucemia o de pobreza o de abandono o de cualquier otra muerte indigna, o de bloqueo, que también resulta letal el cerco de la miseria.
Gran Jefe, lo que quiere ahora es terminar de una vez con esa situación atípica que resultó tras la inacabada Guerra del Golfo. Lo que desea cuanto antes es reanudar la ofensiva de aquel momento de 1991 en que, tras haber devastado medio país, haber aplastado toda resistencia iraquí, haberle tirado bombas al Moro hasta en el carné de identidad y encontrarse invicta la poderosa maquinaria bélica ante las puertas de Bagdag, a punto de coger al dictador y cargarse el régimen expansionista, que tan felices se las había prometido anexionándose Kubai por la cara (o por el crudo), el General Schwartzkopf recibió de Mr.B. padre la inexplicable e inexplicada orden de retroceder y dejar todo cual estaba, dejar que el caudillo saliese a su balcón presidencial pegando tiros al aire y arrogándose la dulce derrota de una victoria permitida. De modo que Gran Jefe está nervioso ahora, pues es de ley natural que los hijos quieran superar a los padres, y en la guerra que viene, Mr.B., que ha delimitado ya el “eje del mal” como un eje imaginario que pasa por entre el Tigris y el Eúfrates y atraviesa el bigote de Saddam, no va a tener condescendencia ni le va a preocupar el equilibrio de la zona entre chiítas y sunitas. En la guerra que viene, Gran Jefe acabará con gran enemigo en gran batalla, cuyos muertos, como siempre, serán unilaterales.

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"