INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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20/4/02

La mujer maltratada

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A ella la traigo a la memoria –yo creo que aún vive– resignada, silenciosa y huidiza siempre. A él, en cambio, alto, fuerte y seco como un leño, lo recuerdo hosco, de mirada torva y aspecto fiero. Ella (hace años la vi por una de esas cuestas que bajaban hasta la orilla de la acequia, cuando no había Ronda del Fatego y la acequia estaba apestosamente al descubierto), demasiado joven entonces para el enjambre de hijos que ya tenía, hacía lía en el zaguán con piso de tierra de su casa. Él –borrachín con mal vino–, hilador antes de dedicarse a echar peonadas en los campos, acostumbraba llegar tarde por la noche, y con los ojos vidriosos y el demonio metido en el cerebro la insultaba y le sacudía tundas por quítame allá esas pajas. Ella, tragándose el dolor físico y el destrozo moral, abrazaba a sus hijos y, anegada en lágrimas, resistía el paso de las horas hasta el amanecer. Él (yo estoy en que ya ha muerto, de cirrosis por lo menos), que tenía ademanes de poco fiar, amedrentaba con su presencia al resto de mujeres que vivían en otras habitaciones de la misma casa (hablo de los años en que éramos casi todos más pobres y en algunas casas vivían dos o tres familias). Ella, a pesar de todo el daño recibido, nunca denunció los hechos (una noche, atemorizada, con dos de sus hijos pequeños tuvo que refugiarse bajo un camión; otro día infausto mintió amargamente al médico que escayoló a su hijo de dos añicos y medio con el fémur partido). Él, aunque se sabía todo en la vecindad, no tuvo nunca freno en sus abusos, sus humillaciones y sus palizas.
Ellos, no porque haya mediado el tiempo, no constituían el prototipo de pareja en la que abundan los malos tratos. La violencia doméstica, la que, semánticamente incorrecto y sin sentido, cuatro listos han dado en llamar ahora “de género”, es un mal de mil caras. No es un endemismo de la marginación social, ni de la pobreza, ni siquiera de las culturas que relegan a la mujer a un segundo plano, aunque prende mejor en las conciencias que admiten la desigualdad por razón de sexo. La violencia en la pareja, de inextricable complejidad, quizá provenga (¡qué barbaridad!) de una reminiscencia animal, de un gen oculto que pugna todavía por mantener la supremacía y la dominación sexual (el mono o el macho dominante, versus el último mono, que no acepta la equiparación de otro rol con el suyo dentro de la manada).
La violencia de pareja (de parejas formadas por los dos sexos), cual los virus de las enfermedades que nos atacan de manera insidiosa, muta, cambia y se adapta a las nuevas y modernas situaciones sociales. La mujer y el hombre son iguales en las virtudes y en los defectos. Iguales en la bondad y en la maldad. Iguales en la capacidad de amar y de odiar, y parejos en causar daño al semejante. Pero la hembra de la especie, desde el Génesis mesopotámico o desde la noche oscura y darwiniana del homínido africano, por genética, por mandato de los dioses (creados, precisamente, por el macho, brujo, sacerdote, profeta) o por sometimiento físico, rara vez ha dominado sobre su congénere masculino. La mujer, desde siempre, ha aceptado un mundo viril, de culturas machistas, y plagado de importantes figuras masculinas (como Dios, para empezar) que imponen sus leyes, religiones, costumbres, inventos, guerras, modos de vida, y que “crean”, incluso, la imagen para la mujer: ella viste, se pinta, se depila, adopta modos de comportamiento, etc., inducida por el gusto del hombre: la mujer, desde siglos ha sido como el hombre creía que debía ser.
Pero llegan los cambios. La mujer, día a día, demuestra ser capaz de hacer, cuando menos, lo mismo que el hombre. Y para él surge por tanto la inseguridad, en la calle, en el trabajo, en los lugares de ocio. Entonces, quizá, algo muy antiguo y muy arraigado a sus neuronas despierta, y, en su territorio (hogar, guarida...), no sé si de manera inconsciente, crece en algunos machos aquel oscuro pensamiento, aquel resurgir de animal dominante y jefe de manada (¿no es una sutileza eso de “cabeza de familia”?). Y algunos, entonces, humillan para sentirse ensalzados, castigan para creerse fuertes, violan para saberse viriles o matan para imponer su ley de posesión.

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"