Junto a la "cumbre airosa donde la Ermita se alza" |
¿Qué demonios ha pasado con los intentos de urbanizar esos terrenos aledaños a la Ermita? ¿Qué cosas se han estado haciendo mal durante mucho tiempo, erre que erre, para dar lugar a tamaño despropósito económico? ¿Por qué nuestros dirigentes municipales se han empeñado, a lo largo de bastantes años, en seguir adelante contra viento y marea de los jueces? ¿Qué necesidad había de llegar hasta el Tribunal Supremo para recibir la más perjudicial de las sentencias contra el Ayuntamiento de Cieza? ¿Qué es lo que tiene de valioso ese erial lleno de malezas, en torno a las famosas balsas de Migaseca, donde muchos zagales de ambos sexos acuden impunemente con sus bebidas alcohólicas? ¿Dónde está la metedura de pata a criterio de los magistrados del alto tribunal? Y lo que es más importante de todo: ¿Quién paga el pato...?
Indudablemente, y ustedes estarán de acuerdo, la gravedad de este asunto requiere un profundo análisis, y no solo desde el punto de vista político. Al menos para que no vuelva a pasar otra vez. Pues habiendo ya un precedente con la expropiación de los terrenos del parque Príncipe de Asturias, ¿se acuerdan ustedes?, que costaron un riñón a las arcas municipales por sentencia judicial, hemos vuelto a tropezar en la misma piedra. ¡Qué desastre...!
De manera que habría que reflexionar, por parte de quienes corresponda, y ver por qué algunas expropiaciones se hacen rematadamente mal y por qué se sigue el juego de pleitear con los afectados hasta llegar al Supremo. ¿Saben ustedes lo que yo haría? Muy sencillo: Si a las primeras de cambio, el propietario no está de acuerdo con el justiprecio (hablo en general), y amenaza con irse a la jurisdicción de lo contencioso administrativo, ¡pos quedas’usté con su terreno y métaselo donde le quepa!, ¡hale! (dos no pleitean si uno no quiere). Pero además publicaría una ordenanza sobre el estado de las fincas rústicas circundantes al casco urbano, en la que se estableciera la obligación de mantener éstas cuidadas y limpias como una patena y perfectamente valladas. Luego dejaría sin urbanizar los terrenos en cuestión per secula seculórum. ¡Ahí!, pagando una generosa contribución y afrontando gastos de limpieza y reparaciones del vallado.
De forma que la administración tiene siempre la sartén por el mango, y no debe dejar que se la arrebaten unos particulares. Por otra parte, el Ayuntamiento tiene poder de negociación y debe ejercerlo en ciertos negocios, y no me refiero a bordear la ley, sino cumpliéndola y haciéndola cumplir. Pero lo que nunca debe hacer es emperrarse en un litigio absurdo y ruinoso, del que podemos salir trasquilados (de hecho ya es la segunda vez que salimos perjudicados por casi lo mismo, pues el esfuerzo económico que se ha de hacer en pagar tan descomunales trampas, hay que restarlo de posibles inversiones más necesarias para el pueblo). Fíjense que la maldición gitana dice: “Pleitos tengas y los ganes”. Pero el colmo de los males es que “tengas pleitos y encima los pierdas”. Ya “¡pa’qué icí!”, como se expresaba aquel del campo de Ricote.
¿Se imaginan ustedes que una cosa así ocurriera en el ámbito privado? ¿Adónde creen que iría a parar el gerente o el presidente de una sociedad o compañía, que por su mala gestión obtuviese la entidad una pérdida o perjuicio de tropecientos y pico millones de pesetas, como fija la aludida “sentencia de los Migasecas”? ¿No creen que se depurarían responsabilidades hasta las últimas consecuencias? Seguro. Una cosa así clama al Cielo y en la empresa privada nadie se iría de rositas como si no hubiese roto un plato.
Pero es lo que hay. “El dinero público no es de nadie”, como dijo aquella lumbrera de ministra, por eso no duele al bolsillo de quienes lo malgastan o lo “malgestionan” (hablo en general). Y se piden muy pocas explicaciones sobre el cómo y el porqué; cual si la munchimillonaria sentencia condenatoria fuera algo irremediable que nos ha caído encima: una nube de piedra, por ejemplo.
©Joaquín Gómez Carrillo
(Publicado el 30/05/2015 en el semanario de papel "EL MIRADOR DE CIEZA")
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