INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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25/5/13

De Covalanas a Juan de la Cosa

Pared del Eco, Ramales de la Victoria (foto de Escaladatar)

 .
Para ir desde Laredo a Ramales de la Victoria se pasa por los pueblecicos de Colindres, Ampuero y Gibaja. Recorrer el valle del río Asón, en Cantabria, es un espectáculo de la naturaleza y toda una aventura paisajística, mucho más en una mañana del mes de agosto (era por el año 1995, creo recordar), con una temperatura de lo más agradable y un finísimo chirimiri que calaba dulcemente las hojas de los árboles y acentuaba el verdor de la hierba.

Algo más de veinte años antes había hecho yo ese trayecto desde Santander, en un trencillo de vía estrecha que se ceñía a las curvas del río, a las suaves colinas que abrazan el valle y a los retazos de bosque que jalonan los prados moteados siempre de pacíficas vacas. Por aquel entonces yo iba camino del Campamento Nacional de Espeleología que la OJE celebraba todos los años en Ramales, allí acudíamos de cualquier parte de España y entrábamos a las cuevas de los alrededores con el placer de la exploración ignota, nos bañábamos en el río Gándara (afluente del Asón), tanto en la vieja Presa como en el remanso del Salto del Oso, y visitábamos el pueblo por las noches, donde tomábamos unas mistelas o conocíamos a las chicas con la emoción de la primera juventud.

Sepan ustedes que, por la naturaleza de sus suelos calizos, se podría decir de Cantabria que es como un inmenso queso de gruyere: toda plagada de grutas subterráneas, muchas de las cuales fueron habitadas por tribus primitivas hace quince o veinte mil años, dejándonos testimonio de su misterioso arte paleolítico, cuyo máximo exponente es la importantísima cueva de Altamira, considerada como la “capilla Sixtina del arte cuaternario”. (Gracias a aquellos campamentos de la OJE, yo tuve la suerte de entrar dos veces, en dos años consecutivos, a la cueva original de Altamira, cosa ahora casi imposible de hacer).

Pero cuando Mari, nuestras tres hijas y yo, al día siguiente de visitar el parque natural de Cabárceno, decidimos remontar el valle del río Asón, contemplamos maravillados el fabuloso paisaje de las marismas de Santoña, al otro lado de la amplia ría de Treto (desembocadura del mencionado río), cuyo puente de hierro que la atraviesa, de más de 160 metros de longitud, construido entre finales del siglo diecinueve y principios del veinte con elementos inspirados en la escuela de Eiffel, tenía una parte giratoria para permitir el paso de las embarcaciones.

Nada más llegar a Ramales, nos fuimos a ver la Cullalvera, una caverna gigante, hoy en día abierta en parte al turismo, que cuando los campamentos, a principios de los setenta, constituía una visita obligada para los espeleólogos, y que el último día se oficiaba una misa en su interior, donde acudía buena parte de los vecinos del pueblo. Más al aproximarnos al lugar, vi que habían urbanizado la zona y vallado la finca particular donde se ubica la entrada a la gruta, por lo que cogimos la carretera que sube hacia Lanestosa (un pueblecico de la provincia de Vizcaya que con apenas un kilómetro cuadrado, se empotra como una cuña en tierras cántabras), y nos detuvimos frente a la impresionante Pared del Eco, donde se abre Cueva Mur, una de las grutas más interesantes de la zona; y, por un caminito zigzagueante, subimos a pie hasta Covalanas, donde un guía del ayuntamiento de Ramales nos acompañó con su linterna y nos dio sabias explicaciones, tanto de la geología de la caverna, situada en la ladera del monte Pando, como de su riqueza arqueológica, que se concreta en una veintena de pinturas de animales, realizadas en color rojo con la técnica del punteado hace quince o veinte mil años.

Luego regresamos hacia el coche, que lo habíamos dejado abajo, en el histórico “Camino de Castilla”, por donde pasó tras su abdicación en el año 1556 el rey Calos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (el hombre más poderoso del mundo en su época) con todo su séquito para dirigirse a su última morada: el monasterio de Yuste, en la provincia de Cáceres. Entonces una voz nos llegó de la Pared del Eco preguntando la hora y, tras hacer un pequeño esfuerzo, columbramos a dos escaladores que, como dos moscas, se hallaban adheridos a la roca en mitad de la enorme pared vertical de más de 200 metros de altura.

Por la tarde, ya en Laredo, tomamos un barquito y fuimos hasta Santoña. Se trataba de un pesquero reconvertido para el uso turístico, que atravesando la hermosa bahía, nos dejó en un embarcadero que hay en mitad de la playa, frente al monumento de Juan de la Cosa, insigne marino nacido en este pueblo, que acompañó a Cristóbal Colón en su primer viaje a América y que atravesaría después el Atlántico hasta siete veces, elaborando el primer mapa mundi en el que aparecía ya el nuevo mundo
©Joaquín Gómez Carrillo
(Publicado el 25/05/2013 en el semanario de papel "EL MIRADOR DE CIEZA")

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"