INTRODUCCIÓN

______________________________________________________________________________________________________
JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

Buscador por frases o palabras

Buscador por fechas de publicación

Traductor de esta página a más de 50 idiomas

7/1/24

Palabras y siglas

 .

Bajada a Calle Capitana. Justo abajo existió una de las fuentes públicas de agua para abastecimiento humano. Por entonces se carecía de agua corriente en muchas casas y la gente acudía a las fuentes públicas con sus cántaras y sus calderos.

Según los sabios de la «Fundeu» (Fundación del Español Urgente, de la Real Academia Española), la palabra escogida de este año pasado 2023 ha sido «polarización». Busco en el diccionario y dice que viene del verbo «polarizar», y este, en su tercera acepción, indica: «orientar en dos direcciones contrapuestas»; ¡cuidado!, que la palabrica lleva carga de profundidad.

Nosotros somos lo que somos por el lenguaje, por las palabras. La expresión de los conceptos, la comunicación de nuestras acciones y la manifestación de nuestros pensamientos, son lo que nos hace personas. Sin palabras no somos nada; el lenguaje es lo que nos sacó de la condición puramente animal y nos puso en camino de parecernos a los dioses. Pero es más, la lengua, las palabras, el idioma, marcan significativamente al ser humano (dime qué idioma hablas y te diré cómo eres). Miren, el otro año viajaba yo en tren de Lugano a Zúrich y me dio por pensar en eso, en lo que marca a la gente su manera de hablar; también marca el paisaje,  ¡ojo!, y el clima; no es lo mismo un gaucho de la Pampa argentina, que un tirolés de los Alpes austríacos: el paisaje determina carácter; y no es lo mismo un tipo del Caribe que un esquimal de Laponia: el clima modela a la persona.

Dicen que hace años, la palabra «polarización» se usaba solo en la jerga científica, ejemplo: la polarización de la luz, que en el laboratorio podemos conseguir que sus ondas vibren en un plano determinado o en otro (la luz polarizada sirve para realizar experimentos y otros usos); la polarización electromagnética (nada más natural que la polarización de la Tierra, nuestro planeta, con sus polos magnéticos Norte y Sur, que se van moviendo y no coinciden con los polos geográficos), o la polarización electrolítica, esto es la de las pilas; todo el mundo sabe que las pilas están polarizadas y si nos equivocamos y las metemos del revés, la radio, o la depiladora, no funcionan.

La cosa es que viajando de Lugano a Zúrich —les decía—, en Suiza, hay que atravesar el famoso túnel «San Gotardo», bajo los Alpes, ya sea por autovía o por ferrocarril. ¿Y qué ocurre al otro lado del túnel, o los túneles? Pues que se pasa del cantón del Ticino (lengua italiana), al cantón de Uri, y más adelante al de Zúrich (lengua alemana). El mismo país, pero distintas lenguas; y ya les digo que se nota en el carácter de las personas. Dónde va a parar la forma de ser de los italiano-hablantes del Ticino, que tienen mayor  facilidad de trato y son más abiertos y amigables, diferente al carácter de los germano-hablantes de Zúrich, más «alemanes», con esa lengua tan apropiada para mandar firmes o educar canes.

Modernamente la palabra «polarización» ha sido adoptada en la jerga política (malo) y ello nos hace temer la división social; no la pluralidad de opiniones, respetuosas y respetables, que son enriquecedoras, sino el que la gente adopte radicalidades de pensamiento en dos direcciones marcadamente distintas, justo lo que define el diccionario de la RAE: «…en dos direcciones contrapuestas». ¿Les suena eso de algo? Ojalá nuestra sociedad no avance por ese camino político tan peligroso. Pues escrito está en los libros, cuando en 1936 la polarización social llegó a tal extremo, que se conformaron dos polos opuestos, dos bandos, visceralmente irreconciliables, lo cual propició lo que ustedes saben: la sublevación de los generales y la maldita guerra. En ello tuvo mucha culpa el mal uso de las palabras, de las frases, del discurso malintencionado (el lenguaje puede generar amistad o producir destrucción).

La palabra no debe ser nunca un arma, sino una vía inteligente de comunicación y conciliación. Hay que desterrar la beligerancia de la oratoria; hay que huir de la desinformación nociva; hay que tender la voz al que no sabe para sacarlo de la ignorancia; hay que flexibilizar las discusiones; hay que hacer arquitectura dialéctica para construir consensos, para allanar abismos o conquistar la paz. La polarización es enemistosa, y mina la inteligencia de quienes inadmiten otras ideas, creencias o aspiraciones, distintas a las suyas. Sin embargo, a veces, la política se tensa, se vicia y se deja cargar por el diablo en sus soflamas. Aquel viejo lema de Julio Cesar: «divide y vencerás», perdura aún en nuestros días: «polariza y obtendrás votos».

Otras palabras o siglas que se han manejado mucho en el año 2023 han sido «IA». ¿Pero esto qué es?, como dijo aquel cura. Pues esto es algo diabólicamente humano: la mal llamada «Inteligencia Artificial». Pero  miren, antes de seguir les cuento lo del cura, que tiene su gracia: Un amigo mío (sin decir nombres), cofrade mariano hasta la médula, se hacía responsable de llevar una imagen de la Virgen haciendo una «turné» por las parroquias; y cierto día, parece que sin previo aviso al párroco, que era muy suyo, metieron la imagen a determinado templo un poco antes del comienzo de la misa, y, pensando los cofrades que era lo más honroso, posaron la talla en primera fila ante el altar. El otro hombre de dios, vestido con el alba, la casulla, la estola y demás arreos para oficiar, y saliendo de la sacristía con sus manos cruzadas sobre la panza, se quedó parado ante mi amigo y le hizo la capciosa pregunta, en murciano puro de la huerta, a la vez que señalaba con su dedo: «¿Ehto que ehh?»; y mi amigo: «Es la Virgen, don fulano»; y el párroco, contrariado, incómodo por aquella intromisión en su territorio: «¿La Virgen…? ¡Ehto eh un cacho palo!».

La IA, o inteligencia artificial, no es ni más ni menos que un sofisticado shower, mediante el cual potentes ordenadores pueden extraer información de las macrorredes (¿se imaginan la información que alberga Google en su «nube», por ejemplo?) y proporcionar respuestas de diversos tipos. La inteligencia artificial no existe; existe la inteligencia de sus creadores, unos ases de la informática, ¡vamos! Si a la IA le pides que te conforme una imagen, un cuadro, una foto falsa, etc., el programa busca en la «gran nube» y realiza lo demandado. Si le pides una redacción sobre Quevedo, igualmente la compondrá con la información habida en la red sobre el autor; ni un dato más. Y si le pides que componga una partitura, un adagio, una obertura, ídem de lo mismo: lo hará con notas musicales que estén previamente pululando por la nube. La inteligencia artificial no piensa, no crea nada nuevo: utiliza y agrupa información existente y punto; eso sí, mediante un complicado y ordenado proceso, fruto de la inteligencia natural, y humana, de sus creadores.

©Joaquín Gómez Carrillo

 

1 comentario:

  1. Anónimo8/1/24, 2:42

    Un artículo muy interesante, sobre todo en el aspecto referente a la inteligencia artificial, con ella acaba la creatividad humana, tan necesaria para seguir siendo seres únicos y diferentes.
    Un saludo, Joaquín

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

EL ARTÍCULO RECOMENDADO

LOS DIEZ ARTÍCULOS MÁS LEÍDOS EN LOS ÚLTIMOS TREINTA DÍAS

Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
.
* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
_____________________________________________________

Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"