INTRODUCCIÓN

______________________________________________________________________________________________________
JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

Buscador por frases o palabras

Buscador por fechas de publicación

Traductor de esta página a más de 50 idiomas

20/3/22

El Segundo Jinete: la Guerra

 .

Ya casi es primavera y el mundo seguirá girando, a pesar de que no respetamos la vida humana, de que no cuidamos los animales, de que hacemos desaparecer los bosques y de que ensuciamos la tierra, el aire y los océanos. 

A la fecha que les escribo este artículo, el 15 del presente mes, ya ha salido de la Universidad de Murcia (Campus de Espinardo) el segundo camión tráiler, repleto de ayuda para el pueblo ucraniano, para los miles, ¡los cientos de miles!, de personas que, casi con lo puesto, huyen por las fronteras del horror de la guerra (solo mujeres, niños y ancianos, pues los hombre en edad de combatir deben quedarse para defender su país en la medida que puedan, porque es un David contra Goliat). En relación con ello he tenido la satisfacción de colaborar como voluntario, codo con codo, junto a alumnos y profesores de varias facultades universitarias, incluidos los compañeros y las compañeras del Aula Sénior de la Universidad, a donde pertenezco como alumno desde el año 2019. (El Aula Sénior, es una sección de la propia Universidad, donde se dan estudios multidisciplinares, y donde hay todo un abanico de asignaturas a cual más interesante, impartidas por la flor y nata del profesorado, y cuyo requisito único para matricularse es haber cumplido 50 años de edad; si les digo que allí hay compañeros que están 8 o 10 años, matriculándose curso tras curso y no piensan irse ni con agua caliente, no les miento.) Y toda esa perfecta organización —les decía— de la Universidad de Murcia, que en poco más de una semana ha conseguido llenar dos trailers de medicinas, alimentos infantiles, comida no perecedera, ropa de abrigo, calzado, productos de aseo y otros artículos de primera necesidad, la ha encabezado el vicerrector de Responsabilidad Social y Transparencia, Longinos Marín Rives, un gran tipo que me presentaron allí mismo.

Miren lo que les digo, las guerras son inútiles por evitables. Las guerras se inician por la incapacidad de los gobernantes, los odios políticos o religiosos, el imperialismo megalómano o la cutrez de los nacionalismos. En las guerras se diluyen las líneas rojas de la decencia y se fractura aquello que nos hace personas. Las guerras son obscenas por naturaleza y en ellas todos son perdedores: las víctimas y los verdugos; los que atacan sin razón pierden su dignidad, los atacados luchan por defenderse y pierden la vida.

A la fecha que les escribo se cumplen once años de la guerra de Siria, esa que ya «no existe»: lo que no está en los telediarios, no está en el mundo. Once años de sufrimiento es mucho tiempo: miles de muertos, más de cinco millones de desplazados que malviven lejos de su tierra y de su hogar; y todo por un mal gobernante, un dictadorzuelo de tres al cuarto que es mantenido en el poder y apoyado por potencias extranjeras, mientras lleva once años reprimiendo a sangre y fuego todo anhelo de libertad. ¿Quién suministra apoyo armamentístico al fulano ese que heredó de su padre el cargo de presidente en Siria? ¿Quién vende las bombas y los fusiles kaláshnikov a los islamistas del terror? Ahí siguen, perdida toda decencia, alimentando al segundo jinete. Pero ya no existen, ni los malos ni los oprimidos, porque no salen en la tele; sin embargo el horror de la guerra campa por sus fueros en ese desgraciado, y desangrado, país de Oriente medio.

Tampoco existe la guerra del Yemen. Siete años de atroz sufrimiento para la población. Un montón de países «mojando» en ese conflicto, haciendo negocio sucio, apoyando sin escrúpulos a los verdugos de la libertad. Ríos de dinero vertido en armas para machacar una y cien veces a un país pobre, donde las mujeres penan entre el machismo islámico, tribal y patriarcal, y el oscurantismo religioso-medieval que las atenaza. Cien mil muertos por acciones de guerra, varios millones de personas en estado de hambruna perpetua; ¡niños famélicos como perros callejeros!, pero ya no se habla de ello ni se nos «sensibiliza» por la tele de ese apocalipsis que no cesa. Y ni el profeta, que bajara del cielo montado en su caballo, ayuda a esa pobre gente.

Mas ojo, ahora tenemos una brutal guerra en Europa; siempre la vieja Europa. (Digo «Europa», que no es lo mismo que la «Unión Europea». Ucrania es Europa, y Rusia, hasta los Urales, también es Europa.) ¡Qué peligro!, ¡tiéntense la ropa!, porque esto no ha hecho más que empezar. De momento el fulano está usando el armamento convencional, si quieren, el obsoleto: los misiles pasaos de fecha, quizá como los yogures; los tanques de la «guerra fría» que sobraron tras la represión en la «primavera de Praga»; las bombas enrobinás que sobraron de devastar Berlín hasta los cimientos en la Segunda Guerra Mundial, y balas de las que aún les quedaban por algún sótano, sin desembalar las cajas, de los últimos genocidios de Stalin en los bosques de Siberia. Está loco, es un asesino, es un Hitler a la moscovita, pero ojo, no es tonto. Conserva la mirada fría y la mente calculadora de los espías asesinos del KGB, al servicio del partido comunista de los soviets. «¡No!, este no es comunista», reniegan en voz alta los «neocomunistas» de por estos lares («¡No le conozco!», dijo aquél tres veces, y luego cantó el gallo…). Qué más da si es comunista, fascista o nazi —pienso yo—, también Stalin y Hitler fueron dos extremos que se tocaron y estuvieron a partir un piñón cuando se repartían Polonia.

La vieja Europa, una vez más tiene una guerra en su solar (¿recuerdan las guerras de los Balcanes, cuando la desmembración de Yugoslavia, donde disparaban todos contra todos? Fue por los años noventa, ¿no? De resultas salieron cinco o seis países, ¡a tiro limpio!; se odiaban con avaricia («Territorio Comanche» le llamaría Pérez reverte, cuando corría por allí, pañuelo al cuello y micrófono de TVE en mano, huyendo de los francotiradores). Pero cuidado, que este criminal de guerra ahora quiere ídem. Este Putin, ¡hijo de Putin! [Spiridónovich] y de Putina [María Ivánovna], que sería una santa como todas las madres, no se va a quedar en las primeras matas; continuará con su guerra y provocará a la OTAN. Las sanciones económicas le hacen daño a su país, causando sufrimiento como siempre a las clases bajas, pero el efecto bumerán de esas medidas de despacho también hacen pupa a los países que están en el lado sancionador; a España ya le están haciendo pupa. Rusia es un país enorme, el más grande del mundo, y tiene recursos naturales a gogó, y, por si le faltara algo, tiene de su parte al gigante comunista Chino (aunque el Putin no sea comunista —ya lo sé—, él se perpetúa en el Kremlin con otras siglas, con otro partido de distinto nombre al «ortodoxo» comunista, proveniente, o reminiscente, o nostálgico, del antiguo politburó de los soviets).

Mas cuidado, ahí está la Rusia imperial, que perdió su «Telón de acero» cuando Gorbachov, con su perestroika, empezó a desmantelar la farsa de 70 años de comunismo y se vio entonces que la dictadura soviética era como esos decorados del cine: ostentosas fachadas de cartón piedra apuntaladas con palos por detrás. Pero ahí está la vieja Rusia zarista, que ambiciona espacio vital, que teme perder hegemonía y seguridad militar ante el bloque OTAN. Y aquí está la Unión Europea, dependiente en mucho de la defensa que proporciona el «amigo americano» a través de dicha Alianza Atlántica. Y ahí, entre medias, quedan naciones a su suerte, como Ucrania, con un presidente en camiseta caki que sólo tiene dos opciones: rendirse, arrodillarse y doblar la cerviz y que sea lo que Putin quiera, o luchar, plantar cara, defender su patria hasta morir de pie. Pero ojo, el potencial bélico ultramoderno, el armamento sofisticado de última generación, lo tiene el ruso sacándole brillo en sus arsenales; los misiles inteligentes y supersónicos están reposando en sus silos subterráneos o en el aguijón de sus submarinos atómicos, y el teléfono rojo está sobre su mesa. Su mente fría no dudará cuando se le ocurra traspasar la raya y hacer galopar el jinete de una guerra que sobrecogerá al mundo.

©Joaquín Gómez Carrillo

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

EL ARTÍCULO RECOMENDADO

LOS DIEZ ARTÍCULOS MÁS LEÍDOS EN LOS ÚLTIMOS TREINTA DÍAS

Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
.
* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
_____________________________________________________

Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"