INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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26/5/09

¡Que viene la TDT! II

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En el artículo anterior quedamos en que, allá a finales de los setenta, cuando, recién estrenada la democracia en este país, las Cortes “constituyentes” andaban debatiendo nada menos que la Constitución Española, en Cieza teníamos dos repetidores de televisión en el Monte de la Atalaya: el de la Primera cadena, en VHF, bajo el camino de la umbría, y el de la Segunda, de UHF, en lo más alto del Pico; ambos colocados tiempo atrás gracias a la iniciativa y los esfuerzos de dos conocidos comerciantes del pueblo, cuyos nombres ya citamos. Pero también decíamos que, en llegando las calores del verano, se nos metían las interferencias de “los moros” y no podíamos ver los programas.

Entonces, a los televisores de color, que costaban una pasta en pesetas de la época (así como tres o cuatro veces el salario mensual de un trabajador) y había que pagarlos a letras, se les colaba por la antena la polilla de las interferencias argelinas y les comenzaba a temblar o dar saltos la imagen, perdían el color y, en los planos oscuros, aparecían a menudo las sombras de los tíos corriendo detrás de la pelota con los nombres en árabe.

Sin embargo, nos habíamos dado cuenta de que esta “invasión” de las ondas africanas tenía su razón de ser en lo débil que nos llegaba la señal de Aitana y en lo baja que era la frecuencia utilizada: se recibía en el canal 3 y se “repetía” hacia el pueblo en el 5; así que empezamos a darle vueltas a la cabeza para buscar la solución de aquel difícil problema.

Primero, con una antena de varios metros de altura y un “medidor de campo radioeléctrico”, nos pusimos a explorar el monte de los alrededores del repetidor, hasta llegar a las crestas rocosas; por lo que algo más arriba de la caseta, en mitad la ladera, hallamos en el viento del este unos “hilillos de frecuencia” en buenas condiciones que procedían de la Cresta del Gallo, en Murcia. De modo que, con colaboración del Ayuntamiento, plantamos allí mismo una antena receptora y un equipo de amplificación, lo cual que tras un periodo de prueba, no dio los resultados deseados.
No obstante, seguimos buscando y, días después, en la explanada de la Ermita se nos apareció la Virgen, pues tuvimos un feliz hallazgo: encontramos un manantial de ondas “limpias” que venía del repetidor de “Carrascoy”, pero era un canal muy alto, en UHF: el 65 ó por ahí, por lo que había que convertirlo para poder trasladarlo mediante cable y conectarlo al repetidor, además de realizar una pequeña infraestructura, de la que se encargaron los empleados municipales. Pues el Alcalde –me acuerdo bien– dio su visto bueno in situ para liberar Cieza de aquella invasión argelina que se nos metía en la Primera cadena. Entonces los electricistas del Ayuntamiento, durante varios días y con un sol de justicia, mano a mano con nosotros, prepararon todo lo necesario para trasladar, como oro en paño, aquella señal de la Primera cadena de Carrascoy hasta la vieja caseta.

Luego, el repetidor (ya no era aquel primitivo de válvulas que les referí) se mandó reformar para que pudiera recibir la nueva señal y emitiera sobre el casco urbano en el canal 9, en lugar del 5, que también era pasto del gusano de la interferencia. Mas como resultado había que cambiar todas las antenas de VHF del pueblo. Y se hizo. Sin subvención ni ayuda alguna, como ahora se ha prometido; y sin ningún problema, sólo informando bien a la gente (hicimos octavillas en la Imprenta Ortega y se encargó al Ángel de las Mantas que lo voceara por la calle con el coche, ya que no existía emisora alguna, que la Municipal, la instalaríamos 8 ó 9 años después, días antes de las elecciones en que Ramón le pasaría el bastón de mando a Escribano). Pero entonces nadie protestó por aquel cambio de antenas; todos tuvieron la paciencia de aguardar a los técnicos, que trabajábamos sin descanso por los tejados.

En esto que llegan las primeras elecciones municipales en 1979 y sale Pepeolo de Alcalde, y Ramón Ortiz, que había sido empleado de Ortuño tiempo atrás, de Concejal; por lo que la colaboración municipal en lo tocante al servicio de la televisión al pueblo de Cieza se estrechó mucho más. Durante un tiempo, y a pesar de los problemas, pues todo estaba en proceso de cambio, funcionaron en tándem la empresa Ortuño y el Ayuntamiento en lo que a los repetidores de la Atalaya se refiere. Por supuesto, no había más televisión que la pública, y se seguía cortando a las 12 de la noche tras el himno. (Los radioaficionados teníamos una contraseña para dar potencia a nuestras emisoras por la noche: “¡ha volao el Cabezón!”, en referencia a las imágenes del Rey subiendo a un helicóptero mientras sonaba la Marcha Real).

De la misma manera, el repetidor tenía un reloj para que también se apagara a esa hora y, cuando inesperadamente se atrasaba la emisión, nos quedábamos sin ver el final. Otra cosa era si había anunciada alguna retrasmisión deportiva de madrugada o algún partido de la Selección en el extranjero, que entonces me decía Ortuño, con el manojo de llaves en la mano: “vamos Juaqui a cambiar la hora en el reló del repetidor”.

(Continuará)
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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"